Jueves, 24 de mayo de 2018

Quedo con Julio para revisar la impresora, a ver que le ocurre. Julio desmonta el ventilador y el disipador del extrusor, la enciende, la precalienta a 200º y comienza a probar la carga de hilo. Después de un par de intentos el hilo carga. Solo ha necesitado cinco minutos. Tengo una sensación agridulce. Siento rabia por dentro, he estado una mañana intentándolo y Julio lo ha hecho en cinco minutos. Lo peor hacerle venir y gastar tanto tiempo en el desplazamiento. Por otro lado, estoy contento, la impresora no tiene nada importante y vuelve a estar en funcionamiento.

En la página de la NASA existen modelos para imprimir en 3D de cráteres lunares, satélites, asteroides, … Me he descargado y preparado una copia del Hubble para dejarla imprimiendo durante la noche. Después de preparar el fichero para que queden todas las piezas en una sola impresión lo dejamos imprimiendo. Es la prueba de fuego después del susto que nos ha dado.

En el taller de robótica de los jueves les pregunto a los alumnos de ESO que se les ocurre que sería interesante imprimir, algo que les sea útil o que les proporciones un servicio. Después de discutir varias ideas, unas mas afortunadas que otras, uno de ellos, Nacho, sugiere imprimir un mapa de Pangea. ¡Uhmmm! ¡Puede no ser mala idea!